Cómo el esquisto estadounidense cambió el rostro de la política mundial
Los primeros días del auge del esquisto en EE. UU. se caracterizaron por una disrupción impulsada por la innovación en una industria que había cambiado muy poco con el tiempo.
La tecnología de fracking desbloqueó reservas insondables en el ámbito del petróleo y el gas.
La revolución del esquisto de EE. UU. tuvo un profundo impacto en la política mundial.
A principios de la década de 2000, se estaba desarrollando una revolución en la industria energética. Los avances tecnológicos en la perforación horizontal y la fracturación hidráulica han desbloqueado vastas reservas de petróleo y gas natural atrapadas en formaciones de roca de esquisto en las profundidades de la superficie terrestre.
Estados Unidos estaba sentado sobre uno de los depósitos de esquisto más grandes del mundo, conocido como la Cuenca Pérmica, que se extiende por partes de Texas y Nuevo México. A medida que las empresas comenzaron a explorar y perforar en esta región, descubrieron que había inmensas cantidades de petróleo y gas a la espera de ser extraídas.
Este descubrimiento provocó lo que se conocería como el auge histórico del esquisto bituminoso en EE. UU. , un período de rápido crecimiento en la producción nacional de petróleo y gas que tendría importantes implicaciones geopolíticas en los años venideros.
¿Cómo ha ocurrido?
El auge del esquisto no sucedió de la noche a la mañana. Fue el resultado de décadas de investigación y desarrollo por parte de geólogos, ingenieros y científicos que buscaban nuevas formas de extraer petróleo y gas de fuentes no convencionales.
La perforación horizontal fue un avance clave que hizo posible la producción de esquisto. Esta técnica consiste en perforar verticalmente en la tierra hasta llegar a una capa de roca de esquisto, luego girar la broca horizontalmente para seguir la capa.
Una vez perfeccionada la perforación horizontal, la fracturación hidráulica (o "fracking") se convirtió en otra herramienta esencial para extraer petróleo y gas de las formaciones de esquisto. Este proceso consiste en bombear una mezcla de agua, arena y productos químicos a los pozos a alta presión para fracturar la roca y liberar los hidrocarburos atrapados.
Juntas, estas tecnologías permitieron a las empresas acceder a reservas de petróleo y gas previamente inaccesibles encerradas en formaciones de esquisto en América del Norte.
Implicaciones geopolíticas
El auge del esquisto en EE. UU. tuvo implicaciones geopolíticas de gran alcance que continúan dando forma a la política mundial en la actualidad. Estos son solo algunos ejemplos:
Dependencia reducida del petróleo extranjero
El impacto más inmediato del auge del esquisto fue que redujo drásticamente la dependencia de Estados Unidos de las fuentes extranjeras de petróleo. En 2005, las importaciones netas representaron más del 60% del consumo de petróleo de EE. UU.; para 2019, esa cifra había caído por debajo del 10%.
Este cambio hacia la producción de energía doméstica ha dado a los políticos estadounidenses una mayor flexibilidad en lo que respecta a las decisiones de política exterior relacionadas con la seguridad energética. Por ejemplo, es menos probable que las sanciones contra los principales países productores de petróleo como Irán o Venezuela tengan consecuencias económicas graves para los estadounidenses, ya que pueden depender de su propio suministro interno.
Mayor Seguridad Energética
Además de reducir la dependencia de fuentes extranjeras de petróleo, el aumento de la producción nacional también ha seguridad energética mejorada dentro de los propios Estados Unidos.
En momentos en que los mercados mundiales de energía son volátiles o están interrumpidos (como durante guerras o desastres naturales), tener una fuente confiable de energía producida en el país le da a Estados Unidos una ventaja sobre otros países cuyos suministros pueden ser más vulnerables.
Un nuevo equilibrio de poder
El aumento en la producción de energía estadounidense también ha cambiado significativamente la dinámica de poder global, particularmente entre Rusia y Europa.
Antes de que despegara el auge del esquisto, Rusia tenía una influencia significativa sobre los países europeos debido a su posición como un importante proveedor de gas natural, del que muchas naciones europeas dependen en gran medida para calentar hogares y alimentar industrias.
Sin embargo, dado que las exportaciones estadounidenses han inundado los mercados internacionales (particularmente aquellos que antes estaban dominados por los productores rusos), Europa ahora tiene más opciones cuando se trata de satisfacer sus necesidades energéticas, dándoles una mayor independencia de la influencia de Rusia.
Cambiando los Mercados Energéticos Globales
Finalmente, quizás lo más significativo, el surgimiento de nuevos jugadores en los mercados energéticos globales está alterando fundamentalmente nuestra forma de pensar sobre la geopolítica misma.
Con las nuevas tecnologías que simplifican más que nunca para las empresas de todo el mundo la extracción de reservas previamente inaccesibles de fuentes no convencionales (como arenas bituminosas o campos marinos de aguas profundas), las estructuras de poder tradicionales basadas en estados ricos en recursos están siendo desafiadas como nunca antes.
A medida que las economías emergentes como China continúan impulsando la demanda de petróleo, estos cambios solo serán más pronunciados, lo que hará casi imposible que un solo país o grupo de países controle por completo los mercados energéticos mundiales en el futuro.
Conclusión
Los primeros días del auge del esquisto en EE. UU. se caracterizaron por una disrupción impulsada por la innovación en una industria que había cambiado muy poco con el tiempo.
Hoy, varias décadas después, vemos algunas ramificaciones geopolíticas de este cambio trascendental que aún se están desarrollando.
A medida que miramos hacia un futuro incierto marcado por las preocupaciones sobre el cambio climático en medio del continuo crecimiento de la población en todo el mundo, está claro que las innovaciones como las que se encuentran detrás del Shale Boom original de Estados Unidos desempeñarán un papel cada vez más importante en la configuración de nuestro mundo en el futuro.