Brasil reemplaza al director general de Petrobras

2024/05/10 15:10
weima

El gobierno de Brasil destituyó al director ejecutivo de Petrobras, Jean Paul Prates, y lo reemplazó con la ex jefa del regulador estatal de petróleo y gas, Magda Chambriard.

La noticia hizo caer las acciones de Petrobras, dijo Reuters en un informe sobre la reorganización, mientras los inversores se preparan para una mayor interferencia estatal en los negocios de la compañía.

El cambio en la cima se produce un día después de que Petrobras informara una caída del 38% en las ganancias netas para el primer trimestre del año con una reducción del 15% en los ingresos. También se suma a las malas noticias para los accionistas después de que a fines del año pasado el director ejecutivo saliente, Prates, les informara que los pagos de dividendos se mantendrían bajos por un tiempo mientras Petrobras intentaba expandirse hacia direcciones bajas en carbono.

"En nuestra opinión, la salida de Prates es un deterioro de la gobernanza de Petrobras y un riesgo a la baja para la tesis de inversión", dijeron los analistas de Citi en una nota citada en el informe de Reuters.

"El nuevo CEO llega con la presión de cumplir el plan de inversiones y acelerar la expansión del capex, lo que puede impactar negativamente en el pago de dividendos de la compañía".

Las expectativas de la nueva líder son que dé prioridad al deseo del gobierno de bajar los precios del combustible, aumentar el gasto de capital y dividendos consistentemente más bajos.

Petrobras ya planeó un aumento sustancial de su gasto de capital para el próximo período de planificación de cinco años, con un total estimado en 102 mil millones de dólares. Se trata de un aumento del 31% con respecto al período de inversión de cinco años anterior y tiene como objetivo aumentar la producción de petróleo y gas a unos 3,2 millones de barriles de petróleo equivalente diarios. Esa cifra sería de 2,8 millones de bpd en este momento.

Al mismo tiempo, el ex director ejecutivo Prates tenía un plan para reducir la participación del petróleo y el gas en el negocio de la compañía al 50% de los ingresos, mientras que el otro 50% provendría de la energía eólica, solar y los biocombustibles en apenas una década.